COMUNICÁNDONOS CORRECTAMENTE


COMUNICÁNDONOS CORRECTAMENTE

COMUNICÁNDONOS CORRECTAMENTE

¿Cuántas veces sentimos que hablamos y al querer transmitir un mensaje nuestro receptor entiende otra cosa, que la que realmente queremos plantear? ¿Cuántas veces sentimos que “una mirada o un gesto hecho dijo más que mil palabras” Seguramente te haya pasado muchas veces más de las que pensamos.

Comunicarnos correctamente no es una tarea sencilla y para ello te contamos en esta nota algunos tips para poder hacerlo perfectamente.

¿Qué es la “COMUNICACIÓN”?

La Real Academia Española tiene muchas definiciones para ella entre las que se destacan:

“…Acción y efecto de comunicar…”, “…trato, correspondencia entre dos o más personas…” o “…transmisión de señales mediante un código común entre emisor y receptor…”

Aquí podemos destacar algunos elementos de la comunicación como lo son el código, canal, mensaje, emisor y receptor, pero a su vez, nos gustaría centrarnos en aquel que no aparece allí como lo es el ruido (cualquier interferencia que pudiera surgir que, afectando a cualquiera de los demás elementos, produciría el fracaso del acto de comunicación).

¿Cómo prevenimos que nuestro mensaje no llegue con “RUIDO” a los clientes?

Primero y ante todo debemos conocer dónde se está parado, cuál es el objetivo de negocio que se persigue y quienes somos para poder entendernos como emisores. Desde allí, partir hacia quién está delante de uno.

El cliente es el receptor, nuestro público y él desea que se puedan satisfacer sus requerimientos inmediatamente, utilizando consideraciones hacia ellos y tratándolos como personas importantes. Él pretende encontrar por nuestro intermedio el camino más corto para resolver su problema (conseguir X producto) y recibir no sólo una respuesta simpática, sino que una solución eficaz y sin ambigüedades. Para esto, tenemos que aprender a escucharlo, a guardar silencio, para que él transmita su mensaje y para luego responderle, sin “irnos por las ramas”, por no haber entendido qué quería realmente. El cliente exige que las formalidades le sean simplificadas al máximo, sin que lo hagamos perder tiempo. Tenemos también que estar disponibles para recibir su mensaje sin prejuicios y no envolvernos en sus estados emocionales.

 

Como emisores, al momento de dar una respuesta debemos pronunciar las palabras correcta y claramente. Hablar en el tono, en la entonación y en el volumen correcto, concentrarnos en el mensaje y llevar los otros a hacerlo, ser breves y concisos. Mostrarnos agradables, acompañar las palabras con gestos, siempre mirando para el interlocutor y hablar de forma positiva, evitando la palabra no.

Otra cuestión a tener en cuenta para no fracasar en la comunicación con nuestros clientes se presenta, cuando la comunicación digital o verbal (o sea, lo que se dice) no concuerda con la comunicación analógica o también conocida como no verbal (el cómo se dice). Según los axiomas expuestos por Paul Watzlawick en su teoría de la comunicación humana, debemos considerar que “es imposible no comunicarse”:

“…Todo comportamiento es una forma de comunicación. Como no existe forma contraria al comportamiento («no comportamiento» o «anti comportamiento»), tampoco existe «no comunicación»…”[1]

Todo comunica, y por eso debemos no dejar fuera el lenguaje corporal. Desde los territorios y espacios personales, los gestos con las manos, brazos cruzados, expresiones faciales y gestos con las piernas, entre demás señales, TODO SIGNIFICA ALGO[2].

Luego de leer esta nota, ¿cómo vas a dirigirte a la próxima persona que aparezca delante tuyo?Considerá esta Info para entender mejor a tus clientes y comunicarte con ellos correctamente.



[1] Teoría de la Comunicación Humana, Paul Watzlawick, Janet Helmick Beavin y Don D. Jackson. Barcelona. Editorial Herder, 1985

[2] Encontrá más información sobre este tema en el libro “El lenguaje del cuerpo”, de Allan Pease

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