Gestión del negocio: Cómo sostener el espíritu emprendedor y no estancarse


Gestión del negocio: Cómo sostener el espíritu emprendedor y no estancarse

Gestión del negocio: Cómo sostener el espíritu emprendedor y no estancarse

Si nuestro negocio no proviene de una herencia familiar, es decir que fue inaugurado o adquirido por nosotros, en algún momento tomamos una decisión emprendedora. Entre muchas definiciones, hay una idea que sintetiza muy bien este concepto: “…emprender es simplemente detectar una oportunidad, trazar un objetivo y trabajar para alcanzarlo…”

Ahora bien, el comercio minorista suele ser un poco tramposo con los emprendedores y en algunos casos los termina “estancando” en el proceso. La rutina diaria, los altos costos, la inseguridad, los conflictos con el personal y la presión tributaria, entre otras cuestiones, suelen desgastar el entusiasmo de más de uno. A veces sentimos que la situación de la gestión del comercio nos sobrepasa y decidimos aferrarnos a la base mínima que pudimos establecer. En estos casos, por temor a perder lo conseguido, o por renunciar a que podemos cambiar la situación actual, ya no se intentan cosas nuevas. No se arriesga absolutamente nada y nuestro negocio entra en un proceso de “rutina cotidiana”.

Una observación que podemos realizar es desterrar el mito aquel que dice “…el comerciante debe estar creciendo constantemente…”, la realidad nos indica que el mercado actualmente nos permite “plantarnos en lo logrado”. Si observamos la calle, con mayores o menores dificultades, hay negocios de todos los tamaños funcionando. Es decir que podemos “plantarnos en el crecimiento”; Lo que el mercado no nos permite es el “estancamiento”, no actualizarse, no proponer novedades, no dinamizar el negocio, ni generar cambios. Estas acciones hacen al negocio un negocio aburrido al que la gente, en un proceso de lenta agonía, deja gradualmente de visitarlo. Por lo tanto lo que no podemos hacer es “estancarnos en el desarrollo”.

Por otra parte, quien conduce un negocio, no debe perder esas características que contagian al personal. Hay proverbio que dice “…los árboles mueren de arriba hacia abajo”, en un comercio sucede algo parecido, si quien lo intenta liderar no muestra predisposición a la innovación, es probable que sus colaboradores se le terminen pareciendo.

¿Qué pasa cuando queremos y nos sentimos sin fuerza para continuar emprendiendo? La sugerencia sería, comenzar con pequeños cambios. Peter Drucker, decía que emprender “…no es una ciencia ni un arte, sino una práctica…”, entonces se debe forzar pequeños hábitos para generar un cambio. Si como lector el tema le interesa, permítame el atrevimiento de recomendarle el libro de Andy Freyre, “Pasión por emprender: de la idea a la cruda realidad”. Es la historia de unos emprendedores argentinos que convirtieron su sueño en una realidad. Porque entre otras cosas, emprender es perseguir sueños…

Comments are closed.

Sistema de pedidos